martes, 21 de septiembre de 2010

Aventura para dos/Spanish affair

Los amores de Carmen

Carteles de una película que, por su rareza más que por sus cualidades, vale la pena traer al recuerdo. Hablamos de Aventura para dos (Spanish Affair), dirigida en 1957 por Don Siegel. No sé muy bien qué motivos llevaron al director de Harry el sucio a comprometerse con un guión que nada tenía que ver con su cine. Quizás la necesidad de ganar dinero y agenciarse de paso unas vacaciones en la exótica España de de aquellos años.

El argumento hubiera encajado como anillo al dedo de un Jean Negulesco, por ejemplo, que por esos años recorría Europa paseando y haciendo ligar a bellas muchas y apuestos caballeros americanos con nativos y nativas del Viejo Continente. Jessica, Tres monedas en la fuente/Creemos en el amor, En busca del amoreran películas que estaban dirigidas por el director de Mujeres frente al amor (ay, Negulesco…) con bastante más soltura y encanto que esta anodina, cuando no lamentable, Aventura para dos, cuyo título americano hubiera sido mejor traducido como “Ligando en España”, por ejemplo.

Un arquitecto americano llega a España para trabajar en la construcción de un complejo urbanístico en los primeros años del desarrollo turístico y económico nacional. Como no habla español, contrata a una pizpireta gitanilla para que le enseñe el país, le cante y le baile, y sueltes los inevitables ¡ozú, mi arma!, ¡chiquiyo, que en España las mujeres somos mu decente!, y perlas por el estilo. El problema a tanto coqueteo lo pondrá el novio de la muchacha, un gitano machista y celoso que los sigue por todas partes jodiéndoles el paseo por los más bellos monumentos españoles... y creando una intriga cuasi policiaca.

Se dice que, Siegel, aficionado en demasía a empinar el codo, provocó con su desinterés que los productores contrataran a un director español para que le ayudara a llevar a buen puerto su aventura en España. El elegido fue Luis Marquina, especialista en el tema, que aparece sin acreditar en los títulos.

La película no sirvió para que Carmen Sevilla se abriera por fin camino en Hollywood, algo que intentó en más de una ocasión: Las cosas estaban difíciles allí para las españolas que, entre otras limitaciones, tenían la más grande: ninguna hablaba inglés.

Eso sí, Carmen Sevilla, en todo su apogeo físico y vital, estaba guapísima tanto cuando se vestía de moderna como cuando sacaba bata de cola y martirizaba al pobre Richard Kelly con sus caracoleos y revueltas y sus pícaras canciones.

Pero en fin, los carteles son preciosos. ¿O no?.

jueves, 19 de agosto de 2010

Gilda






Aun consciente de lo poco original que voy a ser poniendo carteles (por primera vez los tres son españoles) y vídeo de Gilda, no me resisto a hacerlo. Gilda es una película que siempre que se hable de ella, o se vea, o se recuerde, jamás dejará indiferente. Dirigida en 1946 por un director artesanal y rutinario que se reveló en estado de gracia, Gilda pasó a la historia del cine como un thriller ejemplar que por sí mismo tiene valores para haberlo conseguido. Pero, además, estaba Rita Hayworth, sensual como pocas veces lo ha estado, o lo estará, una actriz en un determinado papel.

En España, la película se labró su propio mito. Con la censura franquista en todo su apogeo y la Iglesia Católica cortando el bacalao en cuestiones morales, Gilda, o Rita Hayworth, como queramos, revolucionó a los reprimidos españolitos de entonces, que no podían creer que se les permitiera ver a una mujer como Gilda (nunca hubo una como ella, según la famosa y feliz frase publicitaria) lanzándoles un guante desde la pantalla, dejando sus sensual brazo desnudo, la incógnita de si detrás del brazo hubieron otras desnudeces.. y recibiendo un guantazo (mira por dónde) de mucho cuidado.


Estupor en las plateas de los cines que fantasearon con que a continuación del guante, Gilda se lo quitaba… ¡todo! Su nombre ya quedó para siempre en el lenguaje popular como prototipo de mujer fatalmente seductora y, durante mucho tiempo, cuando pasaba una hermosa mujer por delante de donde habían dos o más hombres, el comentario entre ellos era invariablemente… ¡¡vaya gilda!!
Disfrutemos, una vez más, de "Put The Blame On Mame"

lunes, 16 de agosto de 2010

El tigre de Esnapur/La tumba india

La esclava de Shiva

En 1959 Fritz Lang rodó de nuevo en Europa tras una larguísima estancia en Hollywood. Lang tuvo que salir por pies de Alemania en el año 1939 huyendo de Hitler. Se cuenta que el Führer le había echado el ojo para convertirlo en el cineasta del régimen y nada más enterarse el director de Metrópolis hizo la maleta y huyó

Veinte años después rodó en Alemania el díptico El tigre de Esnapur y La tumba india. Dos obras maestras del cine de aventuras, género que abordaba por primera vez, y con las que se despediría del cine para siempre.

Vamos a poner los carteles español, italiano y alemán, de ambas películas, en total, seis. He escogido los que me han parecido más bonitos e ilustrativos. Tres obras maestras del cartel, dignos anunciantes de dos insuperables obras maestras del cine de aventuras, dirigidas por el genial Fritz Lang. El

Los vídeos que se acompañan, de la bellísima Debra Paget, con el sensual baile hindú ante la diosa Shiva, ha quedado y quedará para siempre en la retina de todos los espectadores de todas las generaciones habidas y por haber.


martes, 27 de julio de 2010

La dolce vita


Dulce decadencia

En 1960 Fellini escandalizó a medio mundo y admiró al otro medio. Su película La dolce Vita causó una gran conmoción en el festival de Cannes, donde se alzó con la Palma de Oro.


La Iglesia puso el grito en el cielo (dónde, si no) y la calificó de obscena. Muchos países se negaron a estrenarla y, por supuesto, en España estuvo prohibidísima, no ya durante la dictadura, sino que esa prohibición duró hasta 1980, año en que se estrenó en nuestro país. Habían pasado cinco largos años desde la muerte del dictador.

Vamos a poner aquí carteles de España, Italia y Francia y vamos a ver un montaje realizado con una de tantas y tantas secuencias memorables. La música no es la original, pero creo que está muy bien puesta y respeta la duración de la secuencia. Hay algún inserto del personaje de la Sagharina, que pertenece a 8 y 1/2.



Desde luego, la secuencia es un verdadero hallazgo reflejando la decadencia de una sociedad absolutamente idiotizada que se pavonea exhibiendo su decadencia. Abajo Anitona en todo su esplendor.

sábado, 10 de julio de 2010

El coleccionista


Sólo mía

El coleccionista fue toda una sensación en el cine de mediados de los sesenta. William Wyler sorprendía y asombraba público y crítica con una película que rompía con todos los postulados de su anterior cine.
Cuando ya era directamente tachado de anquilosado y de mantenerse a base de repetir los códigos de un cine ampuloso, afectado y de acartonada espectacularidad, todo anticuado y “pasada de moda”, irrumpe en el Festival de Cannes con El coleccionista.


Demostró que podía hacer un cine “moderno” y que era capaza de codearse con los mejores cultivadores del llamado “free cinema”. A Tony Richardson, Carel Reisz o John Schlesinger, les salía un competidor inesperado en donde menos se podían imaginar.


Basada en una obra teatral de John Bowles, El coleccionista fue un gran éxito. Las película ha sido imitada y fuente de inspiración para muchos cineastas, entre los que voy a citar a Pedro Almodóvar, cuya película Átame es un clarísimo homenaje a esta obra maestra que uno no se cansa de visionar una y otra vez. Pongo los carteles español, americano y polaco, este último realmente original basado en el pop art, estilo que hacía furor en esos años.


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domingo, 27 de junio de 2010

Picnic


Deseo en una tarde de verano

Carteles de una mítica película de los 50, Picnic, que se basa en una obra teatral de William Inge, un autor “osado” para la época en cuestiones erótico/sexuales, muy crítico con la sociedad americana del momento. A un pequeño pueblo de la América Profunda llega un trotamundos que se detiene allí para visitar a un viejo amigo.

Su estancia levantará todas las pasiones y todas las represiones contenidas y aletargadas aflorarán en una comunidad dominada por un fuerte puritanismo.

William Holden es ese apetecible demonio que hará morder la manzana de la tentación a más de un habitante, provocando en la mayoría (principalmente en las mujeres), una revolución de sensaciones y sentimientos que han mantenido falsamente a raya a base de un fuerte puritanismo y autorrepresión.

Una tarde de picnic, esa especie de ángel caído que parece haber llegado al pueblo a desatar todas las tentaciones, consigue por fin que Migde, una muchacha del pueblo, hermosa y domesticada para ser elegida por su poderoso amigo que es el cacique del lugar, se rebele ante todos sus vecinos y sucumba a poderío sexual del forastero.

Los protagonistas de Picnic nunca estuvieron más atractivos ni desprendieron más erotismo. El baile que vemos en el video entre William Holden y Kim Novak es suficientemente revelador al respecto. Estas secuencias han pasado a los anales de la historia del cine. Ah, dirigía Joshua Logan.

domingo, 13 de junio de 2010

Orfeo Negro

Amor sin barreras

Orfeo negro es una mítica película venerada ya para siempre por los brasileños pues gracias a ella el país, y en especial Río de Janeiro y sus carnavales, quedaron para siempre en la memora de varias generaciones. En 1960 ganó el Oscar a la mejor película extranjera, pero ya venía de cosechar un clamoroso éxito en el festival de Cannes donde un año antes conquistó la Palma de Oro. Se hizo también con el Globo de Oro a la mejor película.

Dirigida por el francés Marcel Camus, en ella se actualiza a la sociedad brasileña del momento el mito de los amores de Orfeo y Eurídice, y se enmarca en los intensos días de carnaval en la ciudad carioca.

La película aparece hoy bastante envejecida (la he visto no hace mucho) pero su banda sonora sigue conmoviendo y asombrando. Las escenas de carnaval son antológicas y los dos actores, reclutados en las favelas y ajenos al mundo de la interpretación están en estado de gracia.

Curiosamente ambos murieron en 2008 con apenas un mes de diferencia. Habían pasado justo 50 años desde que se pusieron en la piel de los mitos de la Grecia clásica, cuya leyenda no ha podido ser adjudicada todavía a ningún poeta en concreto.



Pongo también un vídeo en el que vemos a dos chiquillos que, tras la tragedia de rigor que esperaba inexorable a estos personajes precursores de Romeo y Julieta, se disponen a revivir esos amores fatales en una especie de ciclo eterno del amor. Los Orfeo y Eurídice cariocos pueden que tengan su segunda oportunidad en esos dos chiquillos, a los que deseamos un futuro de “amor sin barreras”.

domingo, 2 de mayo de 2010

Alicia en el país de las maravillas

El sueño de una tarde de verano

En plena fiebre de la Alicia de Tim Burton no está de más poner tres carteles de la Alicia de Walt Disney. Es sin duda la versión cinematográfica más famosa y la más fascinante.
Rodada en 1951, a España no llegó hasta el 54. Disney quiso rodar Alicia en los años 20 combinando animación e imágenes reales. Quería que Alicia la interpretara Mary Pickford.
Abandonado ese proyecto acabó rodando Blancanieves unos años más tarde, hasta que retomó el cuento de Lewis Carroll ya a finales de los cuarenta.El resultado fue esta maravilla visual llena de imaginación y colorido. Tim Burton ha bebido de estas imágenes adaptándolas a su personal estética, pero el híbrido no ha dado los resultados esperados en lo artístico.
Pongo un cartel francés, dos españoles y un vídeo de la Alicia de Disney platicando con la oruga. Ver la película entera es un placer absoluto. En España se puede comprar el DVD a un precio más que razonable. Merece la pena.

domingo, 18 de abril de 2010

Cuando llegue septiembre

Bellezas en bellos escenarios

Una película de 1961 en la que Robert Mulligan, un gran director que tocó casi todos los géneros con notable fortuna, dirigió a Rock Hudson en una de sus numerosas comedia s de situación ambientadas en lugares exóticos y lujosos en las que tenía por compañeras a las más bellas actrices del momento.
Aquí le tocó a una pletórica Gina Lollobrígida también en su mejor momento. Ambientada en la Riviera francesa, la película es un festín visual tanto por la belleza de sus paisajes, como por la propia belleza de sus intérpretes, entre los que se incluían a los muy jovencitos Sandra Dee y Bobby Darin, que acabaron casándose tras el rodaje.

La banda sonora es memorable y fue muy popular (todavía lo es) a la vez que versionada por diferentes cantantes del momento. LA PONGO EN EL BLOG DE SCOTTY durate unos días como música de fondo. Pongo también aquí un video de un sugestivo número de baile en el que Rock y la Gina lucen sus atractivos bailando ante la mirada de los no menos cualificados Bobby Darin y Sandra Dee… acompañados por un bailarín posteriormente famosísimo y oscarizado. El que hay con ellos es Joel Grey, el maestro de ceremonias del cabaret de la película Cabaret de Bob Fosse. Sí: el de Money Money junto a Liza Minnelli. El cartel español es, por una vez, bastante peor que el original americano.

sábado, 17 de abril de 2010

Siete novias para siete hermanos

Los ladrones de mujeres

Carteles español, francés y americano de Sieten novias para siete hermanos, uno de los musicales míticos de los cincuenta y, por tanto, de la historia del cine. Inspirado en El rapto de las sabinas, la acción trascurre en las montañas de Oregón donde siete rudos hermanos leñadores huérfanos necesitan proveerse de mujeres para que les arreglen la leonera que habitan y domestiquen sus modales, amén de alguna que otra necesidad vital.

Un argumento, como vemos, que rezuma machismo, pero que si tenemos en cuenta que se rodó en 1953 y que se trata de un vitalista y festivo canto a la vida y la naturaleza, ni siquiera hoy podemos ponerle los reparos pertinentes a su trasnochado concepto de las relaciones entre hombres y mujeres que, a finales del diecinueve, seguramente sería más o menos como lo pinta la película.

De todos modos, Siete novias para siete hermanos es una película llena de energía y de ritmo, pura delicia, donde sobresalen unos actores bailarines portentosos y unos paisajes naturales impresionantes enmarcados en un glorioso cinemascope y tecnicolor que en los cincuenta estaban en sus momentos de máximo esplendor.



Pongo también un vídeo en el que se recoge parte del baile en que los manos campestres acuden a una fiesta en busca de novia y se disputan a las chicas a base de baile con los civilizados rivales de la ciudad. Quiénes se las llevan al huerto, nunca mejor dicho, ya podemos imaginarlo. Y desde luego no lo hacen de la forma más ortodoxa… No tomar mis comentarios como despectivos pues la película es una pura delicia para los sentidos.

martes, 30 de marzo de 2010

Dos cabalgan juntos

Dos centauros del desierto

Carteles de una de las mejores películas de John Ford, lo que es decir de una de las mejores películas de la historia del cine.
Una película considerada “menor” en su día, que ha ido ganando prestigio con el paso de los años hasta llegar ser valorada hoy como una obra maestra, que es lo que es.
Todo lo que podría intentar decir de Dos cabalgan juntos ya se dice, y mejor, en el vídeo que se acompaña.




Y la razón de ser de esta blog es la de contrastar carteles de películas más o menos antiguas, en razón de la calidad de los mismos, antes que de la calidad de las propias películas. Aunque sí que se procura que coincidan ambas cosas. Como casi siempre, considero que el cartel español es el mejor.

sábado, 13 de marzo de 2010

El pequeño príncipe

Bob Fosse y Michael Jackson


Ya puestos a hablar de Bob Fosse, vamos a poner unos carteles que son preciosos de una de sus películas más desconocidas, si no la que más, en la que hizo la coreografía y los bailables para El pequeño príncipe, de Stanley Donen. Una película interesantísima que hoy día está considerada de culto y que en su momento pasó muy desapercibida.



Y vamos a ver y descubrir algunas cosas muy interesantes. Basada en el librito de Saint-Exùpery, Le petit prince/The Little prince/El principito, El pequeño príncipe (título de traducción literal dado a la película en España, pero más bien absurdo ya que puede despistar sobre su orígen) es toda un rareza que nos depara alguna sorpresa realmente jugosa.

Bob Fosse se reserva una actuación que, como vamos a ver, es el germen y el modelo evidente en el que se inspiró Michael Jackson algunos años después para conformar su arrolladora y personal forma de coreografiar sus canciones. Si Bob Fosse creó escuela, sólo por ser la inspiración de rey indiscutible del pop ya tendría su altar de honor en la historia de la danza. Pero Bob Fosse fue mucho más, como sabemos.






Viéndolo hacer el personaje de la Serpiente y comprobando cómo en su coreografía y en su caracterización está todo lo que después contribuiría a hacer grande a Michael Jackson, no podemos dejar de admirarnos y concluir que antes de él ya existió Bob Fosse. No se pierdan ninguno de los vídeos y véanlo por el orden en que están puestos. Y después saquemos conclusiones aunque ya el rotulado del segundo nos las deja bien clarito. A disfrutar.






No perderse este vídeo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Sweet Charity (Noches en la ciudad, otra vez)

Dulce caridad
Vuelvo con esta entrada a Noches en la ciudad para dejar aquí otro de sus números musicales. La película seguramente no es una obra maestra, pero bastan las coreografías de su director y coreógrafo, el gran Bob Fosse, para que nos detengamos en ella un poco más. Creo que merece la pena ver este sugerente y sofisticado número. Sugerente y sofisticado son dos calificativos que le vienen al dedo a todo lo de Fosse. Su polivalencia en el género tiene pocos precedentes. Sólo se me viene a la memoria el gran Gene Kelly, aunque sean estilos absolutamente diferentes.
En una próxima entrada también vamos a ver bailar a Bob Fosse, pero ahora nos quedamos con este fascinante número y un par de carteles más de la película, para no desvirtuar la razón de ser de este blog, que va de éso. El primero es polaco y capta maravilosamente la estética y el estilo de Bob Fosse. El segundo cartel es belga y no está nada mal.Y aquí abajo, apropiándonos de un título de la filmografía de Fosse... comienza el espectáculo. ¡Con ustedes, The Alohof! Que lo disfruten...



martes, 2 de marzo de 2010

Noches en la ciudad

Cabiria en Nueva York

Carteles de Swett Charity. En España, Noches en la ciudad.
Se trata de una revisitación del guión de Las noches de Cabiria, de Federico Fellini, esta vez en clave de musical. El adaptador es nada menos que el gran Bob Fosse, admirador del director italiano, al que volvería más tarde con bastante más fortuna en la emblemática y oscarizada Empieza el espectáculo. Empieza el espectáculo tuvo como inspiración a Ocho y medio, tan en candelero ahora mismo por Nine, la versión de Rob Marshall sobre la misma película. Evidentemente las películas de Fellini se prestaban a ser coreografiadas, si nos atenemos a la atención que despertaron en autores teatrales y en estos directores.





Swett Charity no fue un gran éxito ni de público ni de crítica, pero dejó para la posteridad algunos número musicales, auténticas joyas, como este que pongo, titulado El gran Spender. Noches en la ciudad estuvo nominada a tres Oscar: mejor adaptación musical, mejor dirección artística y mejor vestuario, aunque al final no consiguió ninguno.

domingo, 21 de febrero de 2010

La venganza

Romeo y Julieta entre trigales

El cartel español más promocionado.
Carteles de La venganza, una película española que ostenta el honor de ser la primera que de esta nacionalidad llegó a ser finalista en la carrera de los Oscar. Corría el año 1957, en pleno franquismo, cuando España estaba ninguneada y era mirada despectivamente por la comunidad internacional debido a la dictadura. La nominación fue una inyección de moral para levantar el ánimo acomplejado de los españoles y un empuje para la cinematografía del país.

Cartel francés.

Sin embargo, no fue fácil la gestación de esta película. Juan Antonio Bardem era un director respetado y muy admirado en el mundo entero tras haber realizado Muerte de un ciclista y Calle Mayor, dos de las obras más importantes del cine español de todos los tiempos, pero el Gobierno de Franco lo vigilaba de cerca ya que Bardem era un intelectual muy crítico con el franquismo y su cine estaba impregnado de esa crítica. Era tolerado, pero hasta cierto punto. Más que nada porque al Régimen le interesaba no aparecer a los ojos del mundo excesivamente represor.

Cartel español, algo diferente al de más arriba.

La venganza tuvo muchos problemas antes de llegar a buen puerto. Para empezar, la censura franquista masacró el guión previo eliminando cualquier connotación política o social de mismo y dejándolo en un simple problema de enfrentamientos y peleas de clanes debido al enamoramiento de un chico y una chica pertenecientes a bandos enemistados. Romeo y Julieta trasladado a las llanuras manchegas, en el ámbito rural, durante la campaña de recolección del trigo. Para hacernos una idea de lo quisquillosos que se mostraban desde la Administración franquista, decir que una vez que aprobaron el montaje final (tras sufrir nuevos cortes de la censura) la distribuidora fue obliga a cambiarle el título. El título original era Los segadores. Pues bien: eso les parecía intolerable a los censores ya que, según razonamiento de los veladores de las esencias hispanas, se hacía a alusión al "separatista" himno catalán. El título del himno es, por si hay alguien que no lo sepa, Els Segadors.

Pongo este cartel como muestra del cine que hacía Carmen Sevilla y además porque es muy bonito.

En España, la película tuvo otro aliciente muy especial, además de la nominación al Oscar, para llamar la atención del público. La famosísima folclórica andaluza Carmen Sevilla se estrenada con un personaje alejado de las castañuelas y los faralaes y hacia estupendamente su primer papel dramático prescindiendo de peinetas y caracolillos en la frente. En el reparto, nada menos que actores de la talla de Raff Vallone (Italia tenía una discreta coproducción), Jorge Mistral, Francisco Rabal, Fernando Rey, Conchita Bautista (otra folclórica que renegaba puntualmente de las batas de cola), Manuel Alexandre… Ah, el Oscar de aquel año fue a parar a Francia y a Jacques Tati por Mi tío.