domingo, 18 de abril de 2010

Cuando llegue septiembre

Bellezas en bellos escenarios

Una película de 1961 en la que Robert Mulligan, un gran director que tocó casi todos los géneros con notable fortuna, dirigió a Rock Hudson en una de sus numerosas comedia s de situación ambientadas en lugares exóticos y lujosos en las que tenía por compañeras a las más bellas actrices del momento.
Aquí le tocó a una pletórica Gina Lollobrígida también en su mejor momento. Ambientada en la Riviera francesa, la película es un festín visual tanto por la belleza de sus paisajes, como por la propia belleza de sus intérpretes, entre los que se incluían a los muy jovencitos Sandra Dee y Bobby Darin, que acabaron casándose tras el rodaje.

La banda sonora es memorable y fue muy popular (todavía lo es) a la vez que versionada por diferentes cantantes del momento. LA PONGO EN EL BLOG DE SCOTTY durate unos días como música de fondo. Pongo también aquí un video de un sugestivo número de baile en el que Rock y la Gina lucen sus atractivos bailando ante la mirada de los no menos cualificados Bobby Darin y Sandra Dee… acompañados por un bailarín posteriormente famosísimo y oscarizado. El que hay con ellos es Joel Grey, el maestro de ceremonias del cabaret de la película Cabaret de Bob Fosse. Sí: el de Money Money junto a Liza Minnelli. El cartel español es, por una vez, bastante peor que el original americano.

sábado, 17 de abril de 2010

Siete novias para siete hermanos

Los ladrones de mujeres

Carteles español, francés y americano de Sieten novias para siete hermanos, uno de los musicales míticos de los cincuenta y, por tanto, de la historia del cine. Inspirado en El rapto de las sabinas, la acción trascurre en las montañas de Oregón donde siete rudos hermanos leñadores huérfanos necesitan proveerse de mujeres para que les arreglen la leonera que habitan y domestiquen sus modales, amén de alguna que otra necesidad vital.

Un argumento, como vemos, que rezuma machismo, pero que si tenemos en cuenta que se rodó en 1953 y que se trata de un vitalista y festivo canto a la vida y la naturaleza, ni siquiera hoy podemos ponerle los reparos pertinentes a su trasnochado concepto de las relaciones entre hombres y mujeres que, a finales del diecinueve, seguramente sería más o menos como lo pinta la película.

De todos modos, Siete novias para siete hermanos es una película llena de energía y de ritmo, pura delicia, donde sobresalen unos actores bailarines portentosos y unos paisajes naturales impresionantes enmarcados en un glorioso cinemascope y tecnicolor que en los cincuenta estaban en sus momentos de máximo esplendor.



Pongo también un vídeo en el que se recoge parte del baile en que los manos campestres acuden a una fiesta en busca de novia y se disputan a las chicas a base de baile con los civilizados rivales de la ciudad. Quiénes se las llevan al huerto, nunca mejor dicho, ya podemos imaginarlo. Y desde luego no lo hacen de la forma más ortodoxa… No tomar mis comentarios como despectivos pues la película es una pura delicia para los sentidos.