domingo, 21 de febrero de 2010

La venganza

Romeo y Julieta entre trigales

El cartel español más promocionado.
Carteles de La venganza, una película española que ostenta el honor de ser la primera que de esta nacionalidad llegó a ser finalista en la carrera de los Oscar. Corría el año 1957, en pleno franquismo, cuando España estaba ninguneada y era mirada despectivamente por la comunidad internacional debido a la dictadura. La nominación fue una inyección de moral para levantar el ánimo acomplejado de los españoles y un empuje para la cinematografía del país.

Cartel francés.

Sin embargo, no fue fácil la gestación de esta película. Juan Antonio Bardem era un director respetado y muy admirado en el mundo entero tras haber realizado Muerte de un ciclista y Calle Mayor, dos de las obras más importantes del cine español de todos los tiempos, pero el Gobierno de Franco lo vigilaba de cerca ya que Bardem era un intelectual muy crítico con el franquismo y su cine estaba impregnado de esa crítica. Era tolerado, pero hasta cierto punto. Más que nada porque al Régimen le interesaba no aparecer a los ojos del mundo excesivamente represor.

Cartel español, algo diferente al de más arriba.

La venganza tuvo muchos problemas antes de llegar a buen puerto. Para empezar, la censura franquista masacró el guión previo eliminando cualquier connotación política o social de mismo y dejándolo en un simple problema de enfrentamientos y peleas de clanes debido al enamoramiento de un chico y una chica pertenecientes a bandos enemistados. Romeo y Julieta trasladado a las llanuras manchegas, en el ámbito rural, durante la campaña de recolección del trigo. Para hacernos una idea de lo quisquillosos que se mostraban desde la Administración franquista, decir que una vez que aprobaron el montaje final (tras sufrir nuevos cortes de la censura) la distribuidora fue obliga a cambiarle el título. El título original era Los segadores. Pues bien: eso les parecía intolerable a los censores ya que, según razonamiento de los veladores de las esencias hispanas, se hacía a alusión al "separatista" himno catalán. El título del himno es, por si hay alguien que no lo sepa, Els Segadors.

Pongo este cartel como muestra del cine que hacía Carmen Sevilla y además porque es muy bonito.

En España, la película tuvo otro aliciente muy especial, además de la nominación al Oscar, para llamar la atención del público. La famosísima folclórica andaluza Carmen Sevilla se estrenada con un personaje alejado de las castañuelas y los faralaes y hacia estupendamente su primer papel dramático prescindiendo de peinetas y caracolillos en la frente. En el reparto, nada menos que actores de la talla de Raff Vallone (Italia tenía una discreta coproducción), Jorge Mistral, Francisco Rabal, Fernando Rey, Conchita Bautista (otra folclórica que renegaba puntualmente de las batas de cola), Manuel Alexandre… Ah, el Oscar de aquel año fue a parar a Francia y a Jacques Tati por Mi tío.

lunes, 8 de febrero de 2010

Androcles y el león

La espina milagrosa

Programa de mano español. Eran esos affiches pequeñitos que se repartían como propaganda o se entregaban juntos con la entrada, en la taquilla. Me parece más bonito que el cartel.

Carteles de Androcles y el león, película de 1952 rodada en espectacular colororido. Un año después, un nuevo formato de pantalla, el cinemascope, sería inaugurado con La túnica sagrada y con un enorme éxito. El peplum en todo su esplendor antes de que en Europa se le acuñara tal nombre a las películas de romanos. Con Androcles sólo se pretendía seguir explotando la fórmula y el género de películas históricas “de los tiempos de Cristo” y el género venía que ni pintado por sus decorados de cartón piedra, vestimentas y argumento. Tras acabar la segunda guerra mundial el fervor religioso hacía furor en Estados Unidos y Hollywood no se sustrajo a tal tendencia.
Cartel americano

En España, por razones obvias, más todavía ya que la dictadura en colaboración con la Iglesia Católica imponía ese arrobamiento místico y el pueblo lo asumía. Una parte, por pertenecer al bando ganador y el resto para mimetizarse con el entorno social y sobrevivir y por que el sentimiento religioso era algo innato en cualquier español. De todos modos, los vencedores y su aliado religioso, La Iglesia por supuesto, imponían las costumbres y los gustos.

Cartel francés

Androcles y el león cuenta la aventura de un esclavo cristiano (Alan Young) que en un encuentro con un león herido que llevaba clavada una gran astilla en una pata, se hacen amigos al arrancarle el esclavo la espina que lo martirizaba inutilizándolo. Tiempo después el esclavo cristiano es apartado para servir de comida a los leones en el Coliseo, la gran diversión del pueblo romano en esa época.
Cartel español

Cuando, los esclavos están en el coso y lo leones son soltados, un león se acerca a Androcles y le lame la mano defendiéndolo de las demás fieras. La que se arma en las gradas es de suponer. No qué decir tiene cómo tocaba la fibra popular una película con semejante argumento. Fue un gran éxito, como no podía ser menos. En ella vemos a Jean Simmons, recientemente fallecida y habitual de este tipo de películas debido a su dulzura y cándida belleza.