Poe por partida triple
En España se proyectó con dos títulos, algo nada infrecuente en esos años. Carteles españoles.
Carteles de una película típica del Roger Corman de los años sesenta, cundo emprendió la producción de una serie de películas basadas en relatos del maestro del género Edgar Allan Poe. Fueron películas de muy escaso presupuesto, que se rodaban en menos de una semana y que utilizaban los mismos decorados reciclados para cada ocasión y que se valían de prácticamente el mismo equipo artístico, incluidos los actores que variaban en muy escasas ocasiones. Vincet Price uno de los más recurrentes. Los resultados artísticos eran sorprendentemente notables y la serie ha quedado como un clásico de culto.
Cartel italiano
En Historias de terror, Corman adaptaba tres relatos cortos muy conocidos. Morella: Un hombre vive obsesionado con la creencia de que su propia hija fue la culpable de la muerte de su esposa. El gato negro: Un marido se venga de su mujer y de su amante emparedándolos vivos en un sótano. El caso del Dr. Valdemar: Un hechicero echa una maldición a un inocente por unos hechos que sabe que no es culpable de los mismos y el hechizo se vuelve contra él.
Cartel norteamericano
La adaptaciones son muy libres y no se atienen fielmente a la letra de los relatos de Poe, pero captan prodigiosamente su espíritu. Tres pequeños relatos que son tres grandes obras en una película a revisar una y otra vez. Tres carteles fantásticos.
Vamos ahora con
La película supuso el encumbramiento del director, Arthur Penn y de sus cinco protagonistas, Warren Beatty, Faye Dunaway, Gene Hachman, Michael J. Pollack y Stelle Partsons. Los dos últimos obtuvieron óscar. La música fue un hit tal como era habitual en los sesenta y cantada con la letra adecuada correspondiente consiguió encumbrase al número uno de las listas de ventas durante bastante tiempo.
El cartel español, imprescindible en este blog, que va de ellos, se acompaña del alemán y del danés, que los elijo en detrimento dl original americano, por parecerme mucho mejores. Por este orden los podemos ver de arriba abajo.
Y la de Juan de Orduña, otra versión muy diferente, fue la primera. Eran los años cuarenta y el cine español rezumaba patriotismo y cartón piedra en infinidad de películas “históricas” en las que la exaltación racial y el nacionalismo franquista era el mensaje recurrente en todas. El grueso del público, ni entendía ni quería entender otra cosa que el deleitarse con el espectáculo de cartón piedra y los dramas y desamores de la protagonista. No voy a detallar el reparto pues se puede leer en el cartel. Locura de amor fue uno de los grades éxitos del cine español de la época.
Los carteles los pongo inversamente proporcional a los comentarios. Ya que el mejor es, sin lugar a dudas, el de Locura de amor. Estamos en pleno esplendor de los cartelistas españoles de los habidos en toda la historia del cine y Cartel Nostalgia pone los otros dos como meramente ilustrativos del tema.


Famosa comedia de 1953 en la que tres chicas dedican todos sus esfuerzos y sus artimañas para cazar un marido rico. Naturalmente, acabarán entendiendo que el amor es más importante que el dinero antes de llegar a las últimas consecuencias.

Aquí, carteles de la última película firmada por el gran Raoul Walsh. Un western en estado puro que fue mal acogido por la crítica, pero que a día de hoy está plenamente reivindicado. Se le criticó que tuviera un reparto demasiado “blando” para unos personajes que destilaban una gran rudeza. El argumento, la conquista del lejano oeste, habla por sí solo de que los hombres y mujeres de aquellos tiempos y lugares no podían ser encarnados por actores que estaban más que vistos en películas y series de televisión que contaban cosas de los niñatos de los años sesenta.
Troy Donahue era uno de los máximos ídolos de las jovencitas en películas como Parrish o Summer Place (en España, En una isla tranquila, al sur). Suzanne Pleshette era otra jovencita en la misma onda, cuyo papel más recordable es el de la maestra enamorada de Rod Taylor que acaba picoteada hasta morir en Los pájaros, de Hichcock. Diane McBain, tres cuartos de lo mismo: se lanzó como respuesta a jovencitas ingenuas que ya dejaban de serlo (su modelo más evidente fue Carroll Baker) e, incluso, se la intentó transformar en una réplica de la mismísima Marylin Monroe.
Aun teniendo -es verdad-, a unos actores tan inadecuados, Una trompeta lejana fue un dignísima despedida del cine del gran Raoul Walsh. Estamos ante un western lleno de brío en el que un oficial del ejército americano se debate entre el deber y dos mujeres (una de ellas casada) donde los paisajes y el uso del sistema panavision jugó un papel decisivo en su acabado. Eran tiempos en que la fotografía de cine se cuidaba tanto o más que otros apartados de la producción. El panavision estaba en pleno apogeo y aquí luce esplendoroso.
Las tres caras del miedo es un film de culto de Mario Bava, un director que tiene el honor de haber iniciado todo un género cinematográfico, el ”giallo”, con la emblemática Seis mujeres para el asesino, cuyos carteles vamos a poner aquí también.
Estamos ante una película de sketches que aborda tres historias de terror ambientadas en distintas épocas. Fue, en el momento de su estreno, toda una sorpresa.
Terrorífica a la manera más clásica, de suspense insoportable y de terror psicológico según cada sketch, los tres son pequeñas obras maestras del género.
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Ya hemos visto más abajo que también le hizo carantoñas y gracietas a Vittorio de Sica, para regocijo del público adicto a Pan, amor y... Y es que, Carmen Sevilla pasará a la historia del cine español como la más genuinamente española (andaluza), a la vez que internacional, de todas las "mi arma" que fueron, desde la posguerra hasta ahora mismo. No es casualidad que todavía la veneremos siendo una viejecita llena de juventud, como inefable presentadora de un programa de televisión, donde nos trae al recuerdo con su inmarchitable gracejo el cine más casposo de su tiempo.
Pero bueno, se trata de comentar los carteles y aquí se comentan solos. tres preciosidades de una misma película, dibujados en la frontera de los estilos que imperaban hasta finales de los cuarenta, y el comienzo de una nueva concepción "más moderna" del cartel, que nacía justo al principio de los cincuenta.
Aquí, el cartel español de la gran película de René Clement, A plenos sol, acompañado del cartel inglés realizado para una reposición del año 1997. Podemos ver perfectamente el cambio de estilo de los años sesenta, hasta el de los 90. Ya se utiliza en la segunda la fotografía para confeccionarlos, pero todavía se conserva el regusto por la composición y la simetría. Aun pudiera muy bien ser pintado. Hoy, diez años después, la concepción del cartel de cine ya es muy diferente.
A plenos sol fue un exitazo mundial y la consagración definitiva de Alain Delon. Como sabemos, se basaba en la novela de Patricia Highsmith El talento de Mr. Ripley que fue versionada no hace demasiado por Anthony Minghella, con Matt Damon en el papel que hizo Delon, y Jude Law, en el que hizo Maurice Ronet. Siendo ésta última una buena película, la de René Clement la superaba con creces. Una maravilla que no se puede dejar de ver. 

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Esta película d George Stevens va de una muchacha que tiene que compartir piso con dos hombres... y tiene que elegir. Fácil adivinar con cual de los dos se queda ¿no? Es del año 1.943 y ganó el óscar al mejor actor de reparto para Charles Coburn.
Titulada tambien Robinson no debe morir, ésta película alemana de 1.957 unía a los dos actores más famosos del país en sus máximos momentos de esplendor físico (aunque Romy era austríaca de nacimiento), en una historia sobre unos manuscritos de Robinson Crusoe, encontrados después de su desaparición. Un cartel muy bonito, de una película que es toda una rareza.
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