miércoles, 30 de diciembre de 2009

Historias de terror

Poe por partida triple




En España se proyectó con dos títulos, algo nada infrecuente en esos años. Carteles españoles.


Carteles de una película típica del Roger Corman de los años sesenta, cundo emprendió la producción de una serie de películas basadas en relatos del maestro del género Edgar Allan Poe. Fueron películas de muy escaso presupuesto, que se rodaban en menos de una semana y que utilizaban los mismos decorados reciclados para cada ocasión y que se valían de prácticamente el mismo equipo artístico, incluidos los actores que variaban en muy escasas ocasiones. Vincet Price uno de los más recurrentes. Los resultados artísticos eran sorprendentemente notables y la serie ha quedado como un clásico de culto.

Cartel italiano

En Historias de terror, Corman adaptaba tres relatos cortos muy conocidos. Morella: Un hombre vive obsesionado con la creencia de que su propia hija fue la culpable de la muerte de su esposa. El gato negro: Un marido se venga de su mujer y de su amante emparedándolos vivos en un sótano. El caso del Dr. Valdemar: Un hechicero echa una maldición a un inocente por unos hechos que sabe que no es culpable de los mismos y el hechizo se vuelve contra él.
Cartel norteamericano

La adaptaciones son muy libres y no se atienen fielmente a la letra de los relatos de Poe, pero captan prodigiosamente su espíritu. Tres pequeños relatos que son tres grandes obras en una película a revisar una y otra vez. Tres carteles fantásticos.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Bonnie and Clyde

Adorables asesinos
Vamos ahora con carteles de uno de los thrillers más impactantes de la historia del cine. Realizado en 1.967 Bonnie y Clyde recupera el género que hizo furor en los cuarenta, década en que se encuadran las mejores películas del género. Estamos ante la biografía magnificada para el cine de una pareja de delincuentes, atracadores y asesinos, que en los años 30 asolaron los Estados Unidos con gran cantidad de atracos, otros delitos y varias muertes. Eran años de depresión y de penalidades para muchos americanos que vieron en la pareja a unos héroes capaces de enfrentarse a una sociedad dominante e injusta, asumiendo sus actos como una huída hacia adelante en una situación de frustración, de marginación social y de miseria. Su historia de amor apoyo esa magnificación que culminó con la muerte violenta de ambos en una emboscada policial sin precedentes. En la foto pequña, los auténtcos Bonnie y Clyde. Como se puede ver, una pareja muy atractiva lo que contribuyó a su mitificación.
La película supuso el encumbramiento del director, Arthur Penn y de sus cinco protagonistas, Warren Beatty, Faye Dunaway, Gene Hachman, Michael J. Pollack y Stelle Partsons. Los dos últimos obtuvieron óscar. La música fue un hit tal como era habitual en los sesenta y cantada con la letra adecuada correspondiente consiguió encumbrase al número uno de las listas de ventas durante bastante tiempo.

El cartel español, imprescindible en este blog, que va de ellos, se acompaña del alemán y del danés, que los elijo en detrimento dl original americano, por parecerme mucho mejores. Por este orden los podemos ver de arriba abajo.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Locura de amor

Locuras históricas

Vamos ahora con tres películas distintas para un mismo tema. Estamos ante uno de los hechos históricos que más juego han dado en el cine español. La hija de Isabel la Católica, Juana, es casada por intereses de estado con Felipe el Hermoso y la muchacha se enamora de su marido impuesto, un calavera, hasta enloquecer de celos.

La película de José Ramón Larraz es pura y llanamente un bodrio vergonzante al estilo de las ramplonas parodias pseudoeróticas que se llevaban en los primeros setenta. Anacronismo, vulgar erotismo y referencias a la actualidad más amarilla del momento ( hay que leer detenidamente el cartelito) y la presencia de… ¡Lola Flores!, ya muy entradita en años, en el papel de Juana. Para morirse de vergüenza.

Vicente Aranda es otra cosa. La película tiene una calidad estimable en todos los sentidos: recreación histórica, riguroso guión, actores formidables… Pilar López de Ayala ganó la Concha de Plata en San Sebastián y el Goya a la mejor actriz.


Y la de Juan de Orduña, otra versión muy diferente, fue la primera. Eran los años cuarenta y el cine español rezumaba patriotismo y cartón piedra en infinidad de películas “históricas” en las que la exaltación racial y el nacionalismo franquista era el mensaje recurrente en todas. El grueso del público, ni entendía ni quería entender otra cosa que el deleitarse con el espectáculo de cartón piedra y los dramas y desamores de la protagonista. No voy a detallar el reparto pues se puede leer en el cartel. Locura de amor fue uno de los grades éxitos del cine español de la época.

Los carteles los pongo inversamente proporcional a los comentarios. Ya que el mejor es, sin lugar a dudas, el de Locura de amor. Estamos en pleno esplendor de los cartelistas españoles de los habidos en toda la historia del cine y Cartel Nostalgia pone los otros dos como meramente ilustrativos del tema.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Una mujer marcada / La mujer marcada

  • Fatídico visón
Butterfield 8 (en España, Una mujer marcada/La mujer marcada, se promocionó de las dos formas) es una película que tuvo un gran éxito a principios de las sesenta gracias a que Liz Taylor lucía en ella con una belleza y una seducción que ya no logró superar en ninguna otra película. Además, el tema para aquellos años resultaba sumamente escabroso.
Una prostituta tiene un ataque de dignidad y quiere dejar de cobrar a un cliente fijo del que se enamora. Cuando, dispuesta a redimirse, trata de conseguirlo, la mujer de él desbarata sus planes y, la pobre, no pude soportarlo más, sufre lo indecible y acaba en tragedia. Y todo se lía por un fatídico abrigo de visón. En esos años, la que se dedicaba al oficio más viejo del mundo no tenía posibilidad de redención, al menos en el cine

La película es de una medianía aplastante, pero la Taylor embelesó no sólo a las plateas sino que los miembros de la Academia del Cine la votaron en masa y le concedieron un óscar a la mejor actriz. Más bien sería al mejor cuerpazo y a la más guapa. Y eso que la aceptó ssolo para que le dieran trabajo a su entonces marido, Eddie Fisher. Años después Liz Taylor conseguiría otro óscar, esta vez menos cuestionable, por su papel en el traslado a la pantalla un dramón del dramaturgo Edward Albee, ¿Quién teme a Virginia Wolf?, donde tambien coincidió con otro marido, Richard Burton.

Carteles Español, americano e italiano de la película. En Francia y en Italia la titularon La venus del visón. Muy original. Para mi gusto, como casi siempre, el mejor es el español.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Como casarse con un millonario

Tres cazafortunas cazadas
Famosa comedia de 1953 en la que tres chicas dedican todos sus esfuerzos y sus artimañas para cazar un marido rico. Naturalmente, acabarán entendiendo que el amor es más importante que el dinero antes de llegar a las últimas consecuencias.
La película fue un gran éxito en el mundo entero gracias a una habilísima utilización de factores que en los primeros 50 calaban enormemente entre el público. Lujo, comedia, colorido, cinemascope y… tres chicas protagonistas en el estado máximo de gracia y de belleza.


Carteles español e italiano. Y de regalo, esta fantástica foto de Marylin.

Marylin Monroe se reveló aquí como la gran estrella sexy que fue a partir de entonces, y como una gran comedianta. Sólo por ella es imprescindible ver esta maravillosa comedia, a pesar de que hoy resulte candorosamente simple. Lo que no ha mermado para nada el trabajo y la presencia de una Marylin que ya no bajaría ni un peldaño en su ascendente carrera hacia el estrellato.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Una trompeta lejana

Entre tres amores
Aquí, carteles de la última película firmada por el gran Raoul Walsh. Un western en estado puro que fue mal acogido por la crítica, pero que a día de hoy está plenamente reivindicado. Se le criticó que tuviera un reparto demasiado “blando” para unos personajes que destilaban una gran rudeza. El argumento, la conquista del lejano oeste, habla por sí solo de que los hombres y mujeres de aquellos tiempos y lugares no podían ser encarnados por actores que estaban más que vistos en películas y series de televisión que contaban cosas de los niñatos de los años sesenta.
Troy Donahue era uno de los máximos ídolos de las jovencitas en películas como Parrish o Summer Place (en España, En una isla tranquila, al sur). Suzanne Pleshette era otra jovencita en la misma onda, cuyo papel más recordable es el de la maestra enamorada de Rod Taylor que acaba picoteada hasta morir en Los pájaros, de Hichcock. Diane McBain, tres cuartos de lo mismo: se lanzó como respuesta a jovencitas ingenuas que ya dejaban de serlo (su modelo más evidente fue Carroll Baker) e, incluso, se la intentó transformar en una réplica de la mismísima Marylin Monroe.
Aun teniendo -es verdad-, a unos actores tan inadecuados, Una trompeta lejana fue un dignísima despedida del cine del gran Raoul Walsh. Estamos ante un western lleno de brío en el que un oficial del ejército americano se debate entre el deber y dos mujeres (una de ellas casada) donde los paisajes y el uso del sistema panavision jugó un papel decisivo en su acabado. Eran tiempos en que la fotografía de cine se cuidaba tanto o más que otros apartados de la producción. El panavision estaba en pleno apogeo y aquí luce esplendoroso.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Las tres caras del miedo

Kaleidoscopio de terror
Las tres caras del miedo es un film de culto de Mario Bava, un director que tiene el honor de haber iniciado todo un género cinematográfico, el ”giallo”, con la emblemática Seis mujeres para el asesino, cuyos carteles vamos a poner aquí también.
Estamos ante una película de sketches que aborda tres historias de terror ambientadas en distintas épocas. Fue, en el momento de su estreno, toda una sorpresa.
Terrorífica a la manera más clásica, de suspense insoportable y de terror psicológico según cada sketch, los tres son pequeñas obras maestras del género.
Carteles: español (1) francés (2) y americano (3)

domingo, 8 de noviembre de 2009

Tierras lejanas

Hacia los grandes horizontes

Cartel español

Cartel argentino

Cartel italiano

Uno de los western más emblemáticos del Anthony Mann, lo que quiere decir más emblemáticos del género. Mann hizo dos películas sobre la "lejanía" a la que se enfrentaban los pioneros de la colonización americana. La otra, Horizontes lejanos, también interpretada por su actor fetiche, James Stewart y ambas, dos obras maestras. Pondremos los carteles de la segunda, más adelante.

sábado, 31 de octubre de 2009

Cleopatra

Una película faraónica, con un gasto faraónico
Carteles de Cleopatra, versión de Joseph Mankiewicz, que fue su día la película más cara de la historia del cine y que todavía hoy sólo ha sido superada en coste por Piratas del Caribe, ateniéndonos al gasto y al valor del dinero en cada época.

La película, que fue comenzada por Robert Maomulian y con Dorthy Dandrige, Peter Finch y Stephen Boyd como protagonistas, acabó e con un equipo artístico totalmente diferente, descartándose lo rodado hasta entones.
Además, durante el rodaje, Liz Taylor enfermó y hubo que suspender durante meses. Haciendo ésta película se conocieron Liz Taylor y Richard Burton iniciándose una historia de amor que duró hasta la muerte del actor, con intervalos de varios divorcios y nuevos casamientos. La película fue un importante éxito artístico y de público, pero no logró recuperar la enorme inversión que generó su rodaje y estuvo a punto de llevar a la ruina a la Fox.

Carteles de USA, Italia y España

miércoles, 28 de octubre de 2009

Buenos días, tristeza

Despertar a la vida
Buenos días, tristeza, fue la sensación literaria de los años cincuenta. Una novela escrita por una adolescente, Françoise Sagan, escandalizaba a medio mundo con las confesiones íntimas de una muchacha francesa que narra sus relaciones con su propio padre, las amantes de su padre, y lo que acabará siendo su primer amor. La novela, impregnada de un erotismo provocador para la época (con connotaciones incestuosas incluidas), no tardó en ser llevada a la pantalla por Otto Preminger.

La película no fue el éxito que se esperaba, pero descubrió a una jovencita, Jean Seberg, que no aprovechó toda la gloria que se le ponía por delante y sólo pudo dejar huella en otro Preminger, Juana de Arco, y en la mítica Al final de la escapada, de Jean Luc Goddard, para acabar siendo comparsa de… ¡Marisol! en un bodrio español titulado La corrupción de Cris Miller, película que mejor sería no recordar que estaba dirigida nada menos que por el Juan Antonio Barden de Muerte de un ciclista y de Calle Mayor. La Seberg no fue capaz de superar su fracaso y víctima de una depresión se quitó la vida algunos años después.
Pero aquí, de lo que se trata es de admirar la calidad de los carteles que se hicieron para publicitar esos buenos días que le dio a la tristeza, en la versión cinematográfica de la novela de Françoise Sagan. Observemos que en el reparto está la Mylène Demongeot que ya hemos “biografiado” en el blog hermano de éste, Cinebiografías.
De arriba abajo, cartel italiano, francés y español. Obsérvese que en el cartel francés se da prioridad a la imágen y, en cierta medida, al nombre, de... Mylène Demongeot, en la película con un papel simplemente secundario.

lunes, 12 de octubre de 2009

Cuentos de la Alhambra

Las mil y una noches... en Granada

Tres carteles impagables de la película de 1950 Cuentos de la Alhambra. Hubo otras versiones del clásico de Washington Irwing (hasta hubo una con... ¡Merle Oberon! y Francisco Rabal), pero ésta es la más entrañable. La gitanilla que se inventa mil y una tretas para que su padre no la case con viejo payo acomodado no podía ser otra que Carmen Sevilla. Y es que, Carmen Sevilla era la quintaesencia de la belleza, la gracia y el desparpajo de las andaluzas y, por ende, fuera de España, de las españolas.

Ya hemos visto más abajo que también le hizo carantoñas y gracietas a Vittorio de Sica, para regocijo del público adicto a Pan, amor y... Y es que, Carmen Sevilla pasará a la historia del cine español como la más genuinamente española (andaluza), a la vez que internacional, de todas las "mi arma" que fueron, desde la posguerra hasta ahora mismo. No es casualidad que todavía la veneremos siendo una viejecita llena de juventud, como inefable presentadora de un programa de televisión, donde nos trae al recuerdo con su inmarchitable gracejo el cine más casposo de su tiempo.
Pero bueno, se trata de comentar los carteles y aquí se comentan solos. tres preciosidades de una misma película, dibujados en la frontera de los estilos que imperaban hasta finales de los cuarenta, y el comienzo de una nueva concepción "más moderna" del cartel, que nacía justo al principio de los cincuenta.

A pleno sol

La justicia en manos del azar
Aquí, el cartel español de la gran película de René Clement, A plenos sol, acompañado del cartel inglés realizado para una reposición del año 1997. Podemos ver perfectamente el cambio de estilo de los años sesenta, hasta el de los 90. Ya se utiliza en la segunda la fotografía para confeccionarlos, pero todavía se conserva el regusto por la composición y la simetría. Aun pudiera muy bien ser pintado. Hoy, diez años después, la concepción del cartel de cine ya es muy diferente.
A plenos sol fue un exitazo mundial y la consagración definitiva de Alain Delon. Como sabemos, se basaba en la novela de Patricia Highsmith El talento de Mr. Ripley que fue versionada no hace demasiado por Anthony Minghella, con Matt Damon en el papel que hizo Delon, y Jude Law, en el que hizo Maurice Ronet. Siendo ésta última una buena película, la de René Clement la superaba con creces. Una maravilla que no se puede dejar de ver.

domingo, 11 de octubre de 2009

12 hombres sin piedad

Las incertidumbres de la Justicia
Estamos ante una obra maestra del cine. Doce hombres sin piedad fue el debut en la pantalla grande del director Sidney Lumen. Adaptaba una obra teatral en la que un jurado debe decidir si un reo es culpable de asesinato. Todos los actores que intervinieron en ella acabaron siendo grandes, si ya no lo eran, como el impresionante Henry Fonda.

Vemos en el reparto a Ed Begley, padre de Ed Begley, Jr. Al que actualmente podemos ver en la obra maestra de Woody Allen, Si la cosa funciona.

El cartel español, de nuevo, mejor que el original americano. ¡Qué grandes eran los cartelistas españoles!

El graduado

Ésta suegra es un demonio

En 1.967 la sensación en las pantallas de medio mundo fue El graduado. Para la época, esta película era un atrevimiento. No digamos para España, inmersa en plena dictadura franquista. Aun así la película fue estrenada con la calificación expresa de gravemente peligrosa, advertencia que se hacía desde las iglesias a la ciudadanía para que optara por pecar, o no pecar, viendo, o no viendo la película. Por supuesto, estaba prohibida la entrada a los cines a los menores de 18 años.
Qué muchacho de la época no se quiso identificar con Dustin Hoffman, puesto en el dilema de ponerle los cuernos a su novia con su madre, o sea, su suegra, una lagartona atractiva e inmoral que se había propuesto pasarlo por la piedra antes que su propia hija, con música de fondo de Simon y Garfunkel.
Vista hoy la película, ni es una maravilla cinematográfica, ni turbaría a ningún muchacho en semejante situación de lo absolutamente ingenua que es en sus planteamientos. ¡Qué tiempos aquellos!
Pongo dos carteles: uno americano y otro español.

La muchacha que sabía demasiado

¡Qué susto más rico!

En el 63, Mari Bava estaba en pleno apogeo de éxito con sus personalísimos giallos, donde las protagonistas de sus películas eran acosadas implacablemente por el asesino misterioso de turno. La sangre y el sadismo, la tensión constante en las persecuciones (preferiblemente nocturnas y por calles oscuras y solitarias, o en casas alistadas e igualmente vacías) eran la nota recurrente siempre, además de un uso estridente del color con intensos azulados nocturnos y rojos estridentes que eran usados como obvia simbología de la sangre, muy abundante, que inevitablemente acabada ofrendando la desvalida señorita elegida por el asesino.

Eran (son) películas hechas para disfrutar, dando rienda suelta a los instintos más reprimidos del espectador. ¡Qué susto más rico!, se podría decir. Bava fue el creador de un género que tuvo infinidad de seguidores. Darío Argento puede ser su más aventajado alumno, pero estaban también directores como Lucio Fulci, Umberto Lenzi y otros que no se quedaban cortos. En España, el género arraigó con fuerza y tuvimos también grades películas adscritas al modelo giallo, con directores como el argentino León Klimowskly, Lara Polop o José Ramón Larraz, entre bastantes más.
El cartel de La muchacha que sabía demasiado es lo bastante ilustrativo.

jueves, 8 de octubre de 2009

Pan, amor y... fantasía, celos y Andalucía

Pan, amor y erotismo, en los años cincuenta

Pan, amor y fantasía fue un gran éxito del cine italiano a escala mundial y lanzó al estrellato a Gina Lollobrígida. Explotaba las cándidas esencias raciales de la Italia rural de entonces, los años cincuenta, contrapuestas a las intrigas que las gentes de la ciudad despliegan para conseguir según qué fines. Aquí un Jefe de carabineros enamorado de una rebelde y ruda campesina, la Gina (como se la llamó desde entonces), y sus subterfugios –divertidísimos, claro-, para llevarse al huerto, nunca mejor dicho, a la explosiva campesina de temperamento rebelde.
Fue tal el éxito de la película, que tuvo una continuación explotando los mismos recursos, que se llamó Pan, amor y celos. Y como el filón todavía podía dar más de sí, sobre todo en España donde las dos películas habían sido una sensación, pues se ideó seguir con el rollo en nuestro país. La temperamental y racial paisana no podía ser en España otra que Carmen Sevilla. De todos modos, el filón ya debería estar agotado pues no tuvo, ni de lejos, la repercusión popular de las dos películas italianas.

También pongo dos carteles distintos de los panes y amores españoles (andaluces), por ser muy ilustrativos. Como podemos advertir, al ser una coproducción, los carteles difieren no sólo en el diseño, que resaltan sutilmente características propias del país a que se dedica su exhibición, si no que, y esto es lo importante, en el español, se resaltan los nombres de los actores españoles, y en el italiano, el de los actores italianos. A mi, personalmente, me gusta más el cartel español.
Pero aun no había acabado el filón de los panes y de los amores. Todavía quedaba que Sofía Loren luciera con cuatro trapos encima viéndose acosada (elegante y divertidamente, eso sí) por el viejo verde de Vittorio de Sica. Pues nada: ésta vez ponemos en el título la frase célebre de "pan, amor y", le añadimos puntos suspensivos y que cada espectador le ponga la coletilla que prefiera. Mi título personal para la peli de la Loren sería: Pan amor y... pechugona.

martes, 6 de octubre de 2009

El amor llamó dos veces

Entre dos amores
Esta película d George Stevens va de una muchacha que tiene que compartir piso con dos hombres... y tiene que elegir. Fácil adivinar con cual de los dos se queda ¿no? Es del año 1.943 y ganó el óscar al mejor actor de reparto para Charles Coburn.

Un cartel español muy típico de la época, con los rostros de los protagonistas en primerísimo plano iluminados de amor.

domingo, 4 de octubre de 2009

Robinson

Los mejores años de Horst y Romy
Titulada tambien Robinson no debe morir, ésta película alemana de 1.957 unía a los dos actores más famosos del país en sus máximos momentos de esplendor físico (aunque Romy era austríaca de nacimiento), en una historia sobre unos manuscritos de Robinson Crusoe, encontrados después de su desaparición. Un cartel muy bonito, de una película que es toda una rareza.