martes, 18 de diciembre de 2012

Brumas de traición

 
 
Película de 1954 ambientada en la Segunda Guerra Mundial que narra la típica trama de espionaje y agentes dobles aderezada con la inevitable historia de amor. 
 
 
 Arriba, cartel español y encima programa de mano. 
 

Cartel alemán.
 Cartel original USA.

martes, 21 de septiembre de 2010

Aventura para dos/Spanish affair

Los amores de Carmen

Carteles de una película que, por su rareza más que por sus cualidades, vale la pena traer al recuerdo. Hablamos de Aventura para dos (Spanish Affair), dirigida en 1957 por Don Siegel. No sé muy bien qué motivos llevaron al director de Harry el sucio a comprometerse con un guión que nada tenía que ver con su cine. Quizás la necesidad de ganar dinero y agenciarse de paso unas vacaciones en la exótica España de de aquellos años.

El argumento hubiera encajado como anillo al dedo de un Jean Negulesco, por ejemplo, que por esos años recorría Europa paseando y haciendo ligar a bellas muchas y apuestos caballeros americanos con nativos y nativas del Viejo Continente. Jessica, Tres monedas en la fuente/Creemos en el amor, En busca del amoreran películas que estaban dirigidas por el director de Mujeres frente al amor (ay, Negulesco…) con bastante más soltura y encanto que esta anodina, cuando no lamentable, Aventura para dos, cuyo título americano hubiera sido mejor traducido como “Ligando en España”, por ejemplo.

Un arquitecto americano llega a España para trabajar en la construcción de un complejo urbanístico en los primeros años del desarrollo turístico y económico nacional. Como no habla español, contrata a una pizpireta gitanilla para que le enseñe el país, le cante y le baile, y sueltes los inevitables ¡ozú, mi arma!, ¡chiquiyo, que en España las mujeres somos mu decente!, y perlas por el estilo. El problema a tanto coqueteo lo pondrá el novio de la muchacha, un gitano machista y celoso que los sigue por todas partes jodiéndoles el paseo por los más bellos monumentos españoles... y creando una intriga cuasi policiaca.

Se dice que, Siegel, aficionado en demasía a empinar el codo, provocó con su desinterés que los productores contrataran a un director español para que le ayudara a llevar a buen puerto su aventura en España. El elegido fue Luis Marquina, especialista en el tema, que aparece sin acreditar en los títulos.

La película no sirvió para que Carmen Sevilla se abriera por fin camino en Hollywood, algo que intentó en más de una ocasión: Las cosas estaban difíciles allí para las españolas que, entre otras limitaciones, tenían la más grande: ninguna hablaba inglés.

Eso sí, Carmen Sevilla, en todo su apogeo físico y vital, estaba guapísima tanto cuando se vestía de moderna como cuando sacaba bata de cola y martirizaba al pobre Richard Kelly con sus caracoleos y revueltas y sus pícaras canciones.

Pero en fin, los carteles son preciosos. ¿O no?.

jueves, 19 de agosto de 2010

Gilda






Aun consciente de lo poco original que voy a ser poniendo carteles (por primera vez los tres son españoles) y vídeo de Gilda, no me resisto a hacerlo. Gilda es una película que siempre que se hable de ella, o se vea, o se recuerde, jamás dejará indiferente. Dirigida en 1946 por un director artesanal y rutinario que se reveló en estado de gracia, Gilda pasó a la historia del cine como un thriller ejemplar que por sí mismo tiene valores para haberlo conseguido. Pero, además, estaba Rita Hayworth, sensual como pocas veces lo ha estado, o lo estará, una actriz en un determinado papel.

En España, la película se labró su propio mito. Con la censura franquista en todo su apogeo y la Iglesia Católica cortando el bacalao en cuestiones morales, Gilda, o Rita Hayworth, como queramos, revolucionó a los reprimidos españolitos de entonces, que no podían creer que se les permitiera ver a una mujer como Gilda (nunca hubo una como ella, según la famosa y feliz frase publicitaria) lanzándoles un guante desde la pantalla, dejando sus sensual brazo desnudo, la incógnita de si detrás del brazo hubieron otras desnudeces.. y recibiendo un guantazo (mira por dónde) de mucho cuidado.


Estupor en las plateas de los cines que fantasearon con que a continuación del guante, Gilda se lo quitaba… ¡todo! Su nombre ya quedó para siempre en el lenguaje popular como prototipo de mujer fatalmente seductora y, durante mucho tiempo, cuando pasaba una hermosa mujer por delante de donde habían dos o más hombres, el comentario entre ellos era invariablemente… ¡¡vaya gilda!!
Disfrutemos, una vez más, de "Put The Blame On Mame"

lunes, 16 de agosto de 2010

El tigre de Esnapur/La tumba india

La esclava de Shiva

En 1959 Fritz Lang rodó de nuevo en Europa tras una larguísima estancia en Hollywood. Lang tuvo que salir por pies de Alemania en el año 1939 huyendo de Hitler. Se cuenta que el Führer le había echado el ojo para convertirlo en el cineasta del régimen y nada más enterarse el director de Metrópolis hizo la maleta y huyó

Veinte años después rodó en Alemania el díptico El tigre de Esnapur y La tumba india. Dos obras maestras del cine de aventuras, género que abordaba por primera vez, y con las que se despediría del cine para siempre.

Vamos a poner los carteles español, italiano y alemán, de ambas películas, en total, seis. He escogido los que me han parecido más bonitos e ilustrativos. Tres obras maestras del cartel, dignos anunciantes de dos insuperables obras maestras del cine de aventuras, dirigidas por el genial Fritz Lang. El

Los vídeos que se acompañan, de la bellísima Debra Paget, con el sensual baile hindú ante la diosa Shiva, ha quedado y quedará para siempre en la retina de todos los espectadores de todas las generaciones habidas y por haber.


martes, 27 de julio de 2010

La dolce vita


Dulce decadencia

En 1960 Fellini escandalizó a medio mundo y admiró al otro medio. Su película La dolce Vita causó una gran conmoción en el festival de Cannes, donde se alzó con la Palma de Oro.


La Iglesia puso el grito en el cielo (dónde, si no) y la calificó de obscena. Muchos países se negaron a estrenarla y, por supuesto, en España estuvo prohibidísima, no ya durante la dictadura, sino que esa prohibición duró hasta 1980, año en que se estrenó en nuestro país. Habían pasado cinco largos años desde la muerte del dictador.

Vamos a poner aquí carteles de España, Italia y Francia y vamos a ver un montaje realizado con una de tantas y tantas secuencias memorables. La música no es la original, pero creo que está muy bien puesta y respeta la duración de la secuencia. Hay algún inserto del personaje de la Sagharina, que pertenece a 8 y 1/2.



Desde luego, la secuencia es un verdadero hallazgo reflejando la decadencia de una sociedad absolutamente idiotizada que se pavonea exhibiendo su decadencia. Abajo Anitona en todo su esplendor.